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El CSIC celebra el 75º aniversario del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR-CSIC)

Entre sus principales líneas de investigación, destaca el desarrollo de materiales de carbono de altas prestaciones para energía y la descarbonización de sectores industriales

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El Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR-CSIC), centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ubicado en Oviedo (Asturias), celebra su 75º aniversario convertido en un instituto de referencia en el desarrollo de materiales de carbono de altas prestaciones para energía y la descarbonización de los sectores industriales.

Al acto de conmemoración ha asistido este viernes la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, acompañada por Ángeles Gómez, vicepresidenta de Relaciones Internacionales del CSIC; el director del INCAR-CSIC, Fernando Rubiera; el Consejero de Ciencia, Universidades e Investigación, Borja Sánchez; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Rosa; el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villarde; y el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli. Las autoridades han destapado una placa conmemorativa del aniversario del instituto.

El instituto, que pertenece al área global de Materia del CSIC y a la subárea de Ciencia y Tecnología Químicas del organismo, inició su andadura en 1947 bajo la denominación de Instituto Nacional del Carbón. Ubicado en sus actuales instalaciones desde 1960, está constituido por 14 grupos de investigación que se distribuyen en tres departamentos: Tecnologías para la Transición Energética, Procesos Químicos Sostenibles y Química de Materiales.

“El INCAR-CSIC ha ido orientando su actividad científica a los retos más vanguardistas en el campo de la ciencia y tecnología del carbón y sus derivados, siendo en la actualidad sus principales líneas de investigación el desarrollo de materiales de carbono de altas prestaciones para energía y la descarbonización de sectores industriales”, ha destacado la presidenta del CSIC.

“Nuestro instituto desarrolla una importante actividad en el campo de nuevos materiales, cuyas propiedades estructurales, texturales, eléctricas, electroquímicas y catalíticas son investigadas en las aplicaciones más modernas, desde materiales compuestos hasta supercondensadores. Las investigaciones desarrolladas se enmarcan en proyectos de investigación financiados a nivel regional, nacional y europeo y contratos de investigación y de apoyo con empresas del sector tanto nacionales como extranjeras”, ha explicado Rubiera.

El INCAR-CSIC en cifras

El instituto cuenta con un personal compuesto por 116 personas; de ellas, 34 son investigadores, 34 personal de apoyo, 48 son contratados, y 14 integran el personal que se encuentra de estancia en el centro. Los proyectos en marcha comprenden: 9 del Plan Nacional, 7 del Plan Regional de Asturias, 2 de cooperación internacional (i-Coop e i-Link). Los proyectos europeos comprenden tres iniciativas del programa H2020, 2 del programa Research Fund for Coal and Steel (RFCS) y uno de Horizonte Europa.

El INCAR-CSIC coordina y gestiona la Plataforma Temática Interdisciplinar del CSIC (PTI) Trans-Ener+PTI, liderando dos de los proyectos estratégicos: desarrollo de baterías de flujo redox de Vanadio (50 kW) para el almacenamiento de energía a gran escala y la demostración de tecnologías de captura de CO2 mediante calcium looping o el ciclo regenerativo del calcio, una tecnología de captura de carbono de segunda generación. El presupuesto total de la PTI destinado al INCAR es de 3,061 millones de euros.

El CSIC, a través del INCAR-CSIC, es propietario, junto con las compañías Endesa y Hunosa, de una planta piloto industrial de 1,7 MWt instalada en la central térmica de La Pereda, en Asturias, constituida por dos reactores de lecho fluidizado circulante interconectados, para la captura de CO2 postcombustión.

En 2021, los ingresos por proyectos y contratos ascendieron a 3,6 millones de euros.

Una historia de diversificación

Inicialmente, el INCAR-CSIC se dedicó a la investigación científica y tecnológica para el uso y aplicación del carbón, con especial atención al proceso de preparación y utilización de las hullas y antracitas asturianas. En aquella época, el personal científico llevó a cabo estudios de laboratorio relacionados con el origen, propiedades y constitución del carbón, experimentación de procedimientos destinados al progreso de métodos de preparación y experimentación de los aparatos e instalaciones consumidoras de carbón, coque y gas.

En junio de 1952, comenzaron a construirse las instalaciones definitivas, inauguradas más tarde, en 1960, y que permitieron ampliar notablemente las posibilidades de trabajo experimental, tanto a escala de laboratorio, como piloto y semiindustrial y, así, prestar apoyo con su investigación a la utilización del carbón asturiano en la industria siderúrgica.

A lo largo de sus 75 años, el centro ha cambiado de nombre cinco veces, la última en 2020, momento en que adquirió su denominación actual. Durante todos estos años, el instituto ha orientado su actividad científica al estudio de carbones nacionales y de importación y a los procesos de conversión (combustión para producción de energía eléctrica y coquización para la obtención de coque siderúrgico), con el fin de contribuir a un uso más limpio y eficaz del carbón y sus derivados.

CSIC Comunicación

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