Historia
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), fundado en 1939, es el heredero de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), creada en 1907 y cuyo primer presidente fue Santiago Ramón y Cajal. El CSIC continuó liderando la actividad investigadora en España, aunque, a diferencia de su predecesora, dio mayor peso a la ciencia aplicada.
El 24 de noviembre de 1939, por Ley fundacional publicada en el Boletín Oficial del Estado, se crea el Consejo Superior de Investigaciones Científicas que ocupa los edificios y espacios de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE). Previamente, el gobierno franquista había decretado, el 19 de mayo de 1938, el cese de las actividades de la JAE, aunque esta institución mantuvo una delegación en Valencia, apoyada por el gobierno de la República.
En 1942 se produjo la primera modificación en la Ley fundacional, que estableció un sistema propio de colaboración con las universidades. El CSIC no tuvo personal propio hasta 1945, en que se crearon las primeras plazas de personal investigador.

Hasta el final de la dictadura el CSIC creó nuevos centros en distintos lugares del país y amplió su espacio disciplinar.
En 1977, durante la presidencia de Justiniano Casas, se publica un nuevo reglamento que rompe con la etapa anterior, reorganiza el CSIC y se convierte en el texto sobre el que se han articulado todas las reglamentaciones posteriores.
El 11 de enero de 1907 se creó la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) para promover la renovación científica y educativa de la sociedad española. Con ese nuevo organismo se pretendía romper el aislamiento de los científicos y docentes españoles, crear un tejido científico en una sociedad cuyas estructuras de investigación eran raquíticas y dinamizar su sistema educativo.
Programa científico y cultural
El programa científico y cultural desarrollado por la JAE se basó en dos instrumentos. Por un lado, una sostenida política de pensiones para que jóvenes universitarios conociesen los métodos de trabajo e investigación de los principales laboratorios y centros académicos de Europa y Norteamérica. Por otro, la creación de un conglomerado de laboratorios e instituciones científicas donde ensayar y desarrollar nuevos modelos para el fomento de la investigación y la modernización de las técnicas educativas.
Cajal y Castillejo
La JAE estuvo dirigida desde sus inicios por su presidente Santiago Ramón y Cajal, quien usó su prestigio científico para sortear todo tipo de obstáculos políticos, acentuados en los años de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Para la dirección institucional contó con la colaboración de José Castillejo, discípulo de Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza. A lo largo de un cuarto de siglo, hasta el fallecimiento de Cajal en octubre de 1934, este tándem logró situar a las instituciones de la JAE en el mapa mundial de la ciencia.
Expansión de la JAE
En 1910 la JAE creó, entre otras instituciones, el Centro de Estudios Históricos, que dirigió hasta la guerra civil Ramón Menéndez Pidal; el Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales, en el que convergieron científicos tan destacados como el propio Cajal, el naturalista Ignacio Bolívar y el físico Blas Cabrera; la Asociación de Laboratorios, donde se integró el Laboratorio de Automática que dirigía el ingeniero Leonardo Torres Quevedo; la Residencia de Estudiantes y la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma.
En los años siguientes continuó creando instituciones educativas para fortalecer la educación superior de las mujeres, como la Residencia de Señoritas, y la formación de un nuevo plantel de profesores de enseñanza secundaria con el establecimiento del Instituto-Escuela, y diseminando centros de investigación fuera de Madrid como la Misión Biológica de Galicia.
Sala de lectura de la biblioteca del Centro de Estudios Históricos hacia 1930. Archivo CCHS, CSIC.
La JAE en la Segunda República
En los años republicanos la JAE incremento sus instalaciones. El 6 de febrero de 1932 inauguró, gracias al patrocinio de la Fundación Rockefeller, el Instituto Nacional de Física y Química. Entre 1931 y 1936 la labor sostenida de la JAE hizo posible que diversos núcleos de científicos y tecnólogos de este país dialogaran e interactuaran con sus pares de otros países.
Pervivencia y disolución tras el golpe de estado de julio de 1936
Tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936, la JAE, apoyada por el gobierno legítimo de la República, siguió operativa durante la guerra civil en Madrid, en Valencia y en Barcelona.
El régimen del General Franco decidió el 19 de mayo de 1938, un año antes de finalizar la guerra civil, y poco después de constituir el primer gobierno de la dictadura, disolver la JAE, considerada un agente de las fuerzas de la anti-España, según la terminología de los ideólogos del nuevo régimen dictatorial.
Muchos científicos vinculados a la JAE tuvieron que emprender el camino del exilio. Un grupo de ellos, vinculados a la Casa de España en México, logró fundar la publicación Ciencia. Revista hispanoamericana de ciencias puras y aplicadas, que se constituyó en portavoz de la diáspora científica republicana.
Fundación y depuraciones
La ley fundacional del CSIC le adjudica el patrimonio de la JAE, que se declara disuelta por esa misma ley.
Desde 1939 hasta 1967, fue presidido por el ministro de Educación Nacional José Ibáñez Martín, responsable de las políticas de depuración que expulsaron de la carrera profesional a numerosos profesores e investigadores considerados enemigos del nuevo régimen, muchos de los cuales acabaron en el exilio. Hasta 1960, el CSIC tuvo como secretario general y máxima autoridad gestora a José María Albareda Herrera.
El CSIC contó, para albergar sus laboratorios y despachos, con catedráticos de las universidades españolas que habían superado sin castigo los procesos de depuración.
Dictadura, nacionalcatolicismo e investigación
Las sesiones anuales presididas por Franco presentaban “el ejército de la ciencia española” mediante la “restauración de la clásica y cristiana unidad de las ciencias destruida en el siglo XVIII”, “la ciencia crea la potencia de la Patria”, que “proyecta los indelebles caracteres de su señorío espiritual”.
En plena década de 1940, se emprendió la construcción de edificios adicionales proyectados por el arquitecto Miguel Fisac. El edificio central del CSIC, en su fachada y dimensiones, representa las ambiciones del régimen. La conversión del Auditorio de la JAE en Iglesia del Espíritu Santo, con los añadidos de bóveda y ornamentos de culto, exhibe el ideario nacional-católico de la dictadura.
Los centros estaban agrupados por patronatos en tres grandes áreas: Humanidades y Ciencias Sociales; Ciencias y Tecnologías que incluían las físicas, químicas y matemáticas, y Biología y Recursos Naturales. La plantilla administrativa – pues era un consejo para el gobierno de la investigación – se dotó de personal técnico y becado, incluidos archivos y bibliotecas.
La carrera investigadora
En 1945 (decreto del 5 de julio) se crean las primeras plazas de personal investigador, Colaboradores Científicos, por oposición entre doctores para labores que hasta entonces realizaban docentes universitarios a cambio de “sobrias gratificaciones” en su tiempo libre. Es el origen de la carrera científica en el CSIC, que en 1947 crea las plazas de Investigador Científico y en 1971 nombra el primer cupo de Profesores de Investigación entre las mujeres y los hombres de su personal científico. Hubo mujeres entre ese personal desde el primer momento, aunque siempre en minoría.
La CAICYT y la OCDE
Con la creación de la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica en 1958, la función consejera del CSIC desaparece, para dedicarse a la actividad investigadora.
La construcción sucesiva de centros desde la década de 1950 es una combinación de la atención que se presta a desarrollos en el extranjero y de las decisiones propias de la dictadura. La actividad investigadora crece, pese a los medios escasos y siempre muy inferiores a los de las instituciones similares de la vecindad geográfica y política.
La influencia de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se manifiesta desde la autoridad que desempeñó Manuel Lora-Tamayo, presidente del CSIC y ministro de Educación entre 1967 y 1971. Lora-Tamayo cambió el nombre del ministerio, de Educación Nacional a Educación y Ciencia, cuando la OCDE difundía el concepto y la práctica de la política científica para promover la investigación y el desarrollo tecnológico.
Publicaciones y activismo por la democracia
Las estancias en el extranjero promovieron la publicación, en las ciencias experimentales de los resultados investigadores en revistas extranjeras. La investigación y el conocimiento científico como espacio neutral proporcionaba protección frente al poder dictatorial, mientras las ambiciones y el prestigio académico del personal investigador se dejaban inspirar por instituciones de otros países.
Una parte del personal del CSIC se comprometió con la oposición a la dictadura desde la militancia clandestina, en ausencia de libertad de expresión y haciendo frente a la represión de toda actividad política en favor de la democracia hasta la muerte del dictador en noviembre de 1975.
En 2010, en cumplimiento de las recomendaciones de la Ley de Memoria 52/2007 relativa a la retirada del espacio público de símbolos de exaltación franquista, se tapó la inscripción que coronaba el frontispicio del edificio central de la institución en la calle Serrano.
Aunque las reformas en el CSIC comenzaron en 1976 con la eliminación primero de dos de las tres secretarías generales (Real Decreto 1361/1976 de 18 de junio), y después con la supresión de los ocho Patronatos en los que este organismo había estado gobernado desde la década de 1940 (Real Decreto 62/1977 de 21 de enero), la aprobación de un nuevo reglamento en diciembre de 1977 (Real Decreto 3450/1977 de 30 de diciembre), marcó el inicio del CSIC en democracia.
El nuevo reglamento
La redacción de ese reglamento se inició bajo la presidencia de Justiniano Casas y su aplicación la llevó a cabo Carlos Sánchez del Río. El nuevo ordenamiento simplificó las estructuras y los procedimientos administrativos del CSIC. Promovió la participación de las investigadoras e investigadores en los órganos de gobierno y en las juntas de los institutos.
Se crearon una Comisión Científica y una Comisión Económica con representantes de diferentes escalas del personal de la institución. Se estableció que la institución estuviese dirigida por una Junta de Gobierno constituida por la presidencia, tres vicepresidencias, una secretaría general, las personas responsables de la Dirección General de Política Científica, la Dirección General de Universidades, representantes de las mencionadas comisiones científica y económica y una representación del Instituto de España.
Un organismo multidisciplinar de ámbito estatal
A partir de entonces el CSIC se consolidó como un organismo multidisciplinar de ámbito estatal que favoreció el desarrollo de la investigación científica en la década de 1980. Ese impulso se vio también favorecido por las nuevas políticas del efímero Ministerio de Universidades e Investigación (1979-1981) y por el ingreso de España en la Comunidad Europea en 1986, dado que esa incorporación facilitó la participación de los investigadores españoles en el espacio europeo de investigación.
La ley de la Ciencia
Por esa época las estructuras y normas del CSIC tuvieron que adecuarse a la Ley 13/1986, de 14 de abril de Fomento y Coordinación General de la Investigación Científica y Técnica, conocida como ley de la Ciencia, con la que se afrontaban los cambios que afectaban a la sociedad española. Una nueva política científica unida a una descentralización autonómica favoreció la creación de numerosos institutos mixtos que, en los años siguientes, gracias a la colaboración con otras entidades, se fueron diseminando por la mayor parte de comunidades autónomas.
La Agencia Estatal CSIC
Posteriormente, a través del Real Decreto de 21 de diciembre de 2007 el CSIC se convirtió en una agencia estatal. Esa transformación jurídica, que procuraba dotar de más agilidad y autonomía en su gestión al principal organismo público de investigación de la administración española, estuvo influenciada por los rápidos y continuos cambios experimentados por la sociedad contemporánea en distintos ámbitos vinculados con la generación, expansión y distribución del conocimiento.
Centros Nacionales y Contrato de Gestión
Los tres Centros Nacionales; el Instituto Español de Oceanografía (IEO); el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) del se incorporaron al CSIC en 2021. La integración supuso un enriquecimiento de las actividades del organismo al añadir un potente componente de servicio a la administración que los centros nacionales prestan por disposición estatutaria.
Y tras 16 años desde la transformación en agencia, el CSIC consigue la aprobación de su primer contrato de gestión, que marca un hito de cara al futuro del organismo.
Presidentes de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE)

1907 a 1934
(Petilla de Aragón, Navarra, 1852 - Madrid, 1934)
Catedrático en 1882 de Anatomía descriptiva en la Universidad de Valencia, de Histología en la de Barcelona desde 1887 y de Histología e Histoquímica Normal y Anatomía Patológica de la Universidad Central de Madrid a partir de 1892. Premio Nobel de Medicina en 1906 con Camillo Golgi por sus contribuciones al conocimiento de la estructura del sistema nervioso. En 1908 fue nombrado senador

(1934 a 1939)
(Madrid, 1850 / Ciudad de México, 1944)
Naturalista. Catedrático de Entomología en la Universidad Central desde 1877 hasta su jubilación en 1920. Director del Museo Nacional de Ciencias Naturales desde 1901 hasta su exilio. Reconocido internacionalmente como uno de los grandes especialistas en el estudio de los insectos. Director de la revista Eos desde 1925 y de la revista Ciencia en México desde 1940.
Presidentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas

José Ibáñez Martín
(1939-1967)
Conde de Marín (Valbona, Teruel), 1896 / Madrid, 1969
Licenciado en Filosofía y Letras y Derecho. Catedrático de Instituto de Geografía e Historia. Diputado de la CEDA durante la República fue ministro de Educación Nacional durante los procesos de depuración.

Manuel Lora-Tamayo Martín
(1967-1971)
Cádiz, 1904 / Madrid, 2002
Catedrático de Química Orgánica y presidente de la CAICYT, fue ministro de Educación Nacional desde 1962 hasta 1966, cuando cambió el nombre a ministerio de Educación y Ciencia. Fue cesado en 1968 por desavenencias en el Consejo de Ministros sobre la presencia policial en la Universidad de Madrid. Promotor de la química orgánica en España, bajo su presidencia se creó en 1966 el Centro Nacional de Química Orgánica (edificio proyectado por Miguel Fisac).

José Luis Villar Palasí
(1971 a 1973)
Valencia, 1922 / Madrid, 2012
Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Madrid. Responsable de la reforma de la Ley General de Educación (1970), gobernó con las protestas estudiantiles y, alegando que se debían a la masificación, creó tres universidades. Promovió la creación de nuevos centros de investigación mixtos del CSIC y las universidades.

Enrique Gutiérrez Ríos
(1973 a 1974)
Madrid, 1915 - Madrid, 1990
Doctorado bajo la dirección de José María Albareda y autor de una de sus biografías (1970). Catedrático de Química Inorgánica, fue rector de la Universidad de Madrid (1964-1967). Creó y fue el primer director de la Estación Experimental del Zaidín en Granada (1956).

Eduardo Primo Yúfera
(1974 a 1977)
Mazarrón (Murcia), 1918 / Valencia, 2007
Químico agrícola. Catedrático de Ampliación de Química Orgánica y Agrícola de la Escuela de Ingenieros Agrónomos Universidad de Valencia. Procurador en Cortes (1971-1977). Promovió la creación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA) y lo dirigió entre 1957 y 1974.

Justiniano Casas Peláez
1977 a 1978
(Granucillos de Vidriales, Zamora, 1915 - Zaragoza, 1998)
Catedrático de Óptica con influencia en el desarrollo de la óptica en España y en la creación de la Sociedad Española de Óptica. Se formó en el Instituto de Óptica Daza de Valdés. Decano de la Facultad de Ciencias y rector de la Universidad de Zaragoza (1968-1972).

Carlos Sánchez del Río y Sierra
1978 a 1980
(Borja, Zaragoza, 1924 - Madrid, 2013)
Catedrático de Física Atómica y Nuclear en la Universidad de Madrid. Promotor de la energía atómica en España, fue director de Investigación en Reactores de la Junta de Energía Nuclear (JEN), director general de Política Científica y vicepresidente de la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica. En el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) fue director de la División de Investigación, representante de España en la Sociedad Europea de Energía Atómica y en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).

Alejandro Nieto García
1980 a 1983
(Valladolid, 1930)
Doctor en Derecho. Catedrático de Derecho Administrativo en 1997 fue distinguido con el Premio Nacional de Ensayo. Desde el año 2000 pertenece a la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

José Elguero Bertolini
1983 a 1984
(Madrid, 1934)
Doctor en Químicas. Ha sido investigador del CNRS (1959-1979) y del Instituto de Química Médica del CSIC (1980-2005). De 2015 a 2018 presidió la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Enrique Trillas Ruiz
1984 a 1988
(Barcelona, 1940)
Matemático. Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial. Dirigió el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial entre 1989 y 1995 y fue Secretario General del Plan Nacional de I+D de 1995 a 1996.

Emilio Muñoz Ruiz
1988 a 1991
(Valencia, 1937)
Doctor en Farmacia. Especialista en bioquímica y biología molecular y celular, ha desarrollado su carrera investigadora en el CSIC. Fue Vicepresidente de 1980 a 1982, durante la presidencia de Alejandro Nieto. Forma parte de la Real Academia Nacional de Farmacia y de la Academia Europea de Ciencias y Arte.

Elías Fereres Castiel
1991 a 1992
(Larache, Marruecos, 1946)
Ingeniero agrónomo. Catedrático de ingeniería agrícola, fue Secretario de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia entre 1992 y 1994. Ha presidido la Real Academia de Ingeniería de España.

José María Mato de la Paz
1992 a 1996
(Madrid, 1949)
Químico. Ha dirigido el Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias, CIC bioGUNE (Parque Tecnológico de Vizcaya) y el Centro de Investigación Cooperativa en Biomateriales, CIC biomaGUNE (Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa). Ha sido galardonado con el Premio Nacional Gregorio Marañón de Investigación en Medicina.

César Nombela Cano
1996 a 2000
(Carriches, Toledo, 1946- Madrid 2022)
Catedrático de Microbiología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense. Creador y director del Centro de Secuenciación Automatizada de DNA de la Universidad Complutense. Rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo entre 2013 y 2017.

Rolf Tarrach Siegel
2000 a 2003
(Valencia, 1948)
Catedrático de Física teórica en las Universidades de Valencia y Barcelona. Previamente, entre 1974 y 1976, efectuó investigaciones en el Laboratorio de Física de Partículas en el CERN de Ginebra. En 2005 fue elegido rector de la Universidad de Luxemburgo.

Emilio Lora-Tamayo D'Ocón
2003 a 2004 y 2012 a 2017
(Madrid, 1950)
Doctor en Ciencias Físicas. Completó su formación en l’Ecole Nationale Supérieure d’Aéronautique et de l’Espace (Toulouse) y en el Laboratoire d’Electronique et de l’Informatique (Grenoble). Catedrático de Electrónica de la Universidad de Barcelona y director del Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC.

Carlos Martínez Alonso
2004 a 2008
(Villasimpliz, León, 1950)
Bioquímico e inmunólogo. Profesor de investigación en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. Fue presidente de la European Molecular Biology Conference. Secretario de Estado de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación entre 2008 y 2009.

Rafael Rodrigo
2008 a 2012
(Granada, 1953)
Doctor en Ciencias Físicas dirigió el Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC entre 1990 y 2004. Vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales del CSIC de 2006 a 2008. Secretario General de Coordinación de Política Científica del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades entre 2018 y 2021.
Rosa Menéndez López
2017 a 2022
(Cudillero, Asturias, 1956)
Doctora en Ciencias (sección Químicas). Profesora de investigación en el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono del CSIC que dirigió entre 2003 y 2008. Ha presidido la Asociación Europea de Materiales de Carbono (ECA). Vicepresidenta de Investigación Científica y Técnica del CSIC entre 2007 y 2008.