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El CSIC rinde homenaje a Francisco Ibáñez con la exposición ‘La ciencia de Mortadelo y Filemón’

La muestra presenta 39 portadas que, con el característico humor del dibujante, abordan temas científicos y tecnológicos

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Francisco Ibáñez (1936-2023) fue, a su modo, un gran aliado de la ciencia. El creador de los inolvidables Mortadelo y Filemón combinó en sus historietas el humor y la investigación científica con un ingenio mordaz, mostrando la ciencia como un fenómeno cotidiano, torpe, exagerado y, a veces, absurdo. Pero siempre humano. A través de una selección de 39 portadas protagonizadas por estos míticos personajes, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha querido rendir homenaje a Ibáñez y a la comunidad científica a través de la exposición La ciencia de Mortadelo y Filemón. Crónicas disparatadas de la investigación en España. La muestra, que ha sido producida por la Vicepresidencia de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana del CSIC y cuenta con la colaboración de Penguin Random House Grupo Editorial, se ha inaugurado hoy en el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla, del CSIC, con la presencia de diversas autoridades y la hija del autor. En esta sede estará hasta el 15 de febrero de 2026, cuando iniciará su recorrido por varias ciudades españolas.

Al acto de inauguración han asistido Pura Fernández, vicepresidenta adjunta de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana del CSIC; Margarita Paneque, delegada institucional del CSIC en Andalucía; Nuria Ibáñez, hija del dibujante; José Rafoso, director de la Oficina del Autor de Penguin Random House; Fernando Mañes, director general de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, y Lorena Garrido, viceconsejera de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía. Los expertos del CSIC que han colaborado en La ciencia de Mortadelo y Filemón, Fernando del Blanco, del Centro de Investigación y Desarrollo (CID-CSIC), y Jon Arrizabalaga y Alfons Zarzoso, de la Institución Mila y Fontanals (IMF-CSIC), han ofrecido una visita guiada a la muestra.

“Esta exposición es un homenaje doble. Por un lado, al talento de Francisco Ibáñez, que supo retratar con ironía y lucidez los desafíos de la modernidad. Y, por otro, a la comunidad científica, que investiga, innova y comunica con rigor, sin perder de vista su compromiso con la sociedad”, ha destacado Pura Fernández.

Una exposición, cinco secciones

La ciencia de Mortadelo y Filemón propone un recorrido visual y temático a través de portadas publicadas entre 1975 y 2018 que se dividen en cinco secciones. La primera es Un mundo en movimiento bajo la lupa de la ciencia, un repaso por portadas en las que Ibáñez emplea su peculiar humor para explorar y retratar la relación entre ciencia, naturaleza y sociedad, con referencias que van desde el deshielo de glaciares hasta las epidemias, pasando por los últimos descubrimientos en producción agrícola.

En Innovaciones tecnológicas incorporadas por la T.I.A. se recogen algunos de los inventos desarrollados o utilizados por esta agencia de espionaje, que en no pocas ocasiones llevaban al caos. Pero la sátira del dibujante recuerda que la innovación solo tiene sentido si resuelve un problema real. Por su parte, el Profesor Bacterio encarna lo mejor y lo peor del arquetipo del científico loco. La sección El laboratorio de Bacterio, aciertos y accidentes caricaturiza, a través del humor, los límites de la ciencia y recuerda los riesgos de separarla del sentido común porque, cuando se trata de hacer investigación, la ética y la seguridad no son opcionales.

En La ciencia en el espejo social de Mortadelo y Filemón los personajes son testigos de cómo la ciencia se negocia, se distorsiona y, a veces, se malinterpreta. De ahí la importancia de difundir las investigaciones e innovaciones con rigor, evidencia y responsabilidad. En las portadas seleccionadas hay sitio para la pseudociencia, la vida en la prehistoria o la que existe más allá de nuestra galaxia.

Cierra la muestra la sección Ciencia de emergencia para tiempos revueltos. Ibáñez quiso arrancar una carcajada en medio del desastre. El cambio climático, la contaminación, los mosquitos invasores o las nubes de polvo sahariano son algunas de las amenazas a las que se enfrentan Mortadelo y Filemón con más o menos éxito en el último tramo de la exposición.

Web, catálogo e itinerancia

Una web, lacienciademortadeloyfilemon.csic.es, amplía los contenidos de la exposición. En cada sección el visitante puede conocer a través de códigos QR las investigaciones reales desarrolladas por el CSIC en las áreas científicas que reflejan las portadas de Ibañez, y relacionar así el imaginario humorístico del autor con la ciencia puntera que se desarrolla en la primera institución pública de investigación de España.

Además, la muestra va acompañada de un catálogo que recoge todas las portadas y los textos de la exposición. La ciencia de Mortadelo y Filemón permanecerá en el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla hasta el 15 de febrero. A partir de esa fecha itinerará durante 2026 y 2027 por las delegaciones y centros de divulgación del CSIC en toda España, así como por otros museos de ciencia.

Un estilo propio

Francisco Ibáñez fue un prolífico autor que trabajó durante décadas en la editorial Bruguera. Allí creó numerosos personajes, pero fue con Mortadelo y Filemón, nacidos en enero de 1958, con quienes alcanzó un éxito masivo. Su estilo se caracterizó por el humor visual, los juegos de palabras, la crítica social y una capacidad inigualable para reflejar la actualidad a través de la sátira.

Las aventuras de sus famosos personajes (marcadas por el caos del profesor Bacterio y los inventos imposibles de la T.I.A.) se hacen eco de asuntos científicos del momento: las consecuencias ambientales de nuestra huella en el planeta, los primeros trasplantes de órganos, las propagaciones de enfermedades, la ingeniería genética, la deforestación e incluso los avances en el estudio de la evolución humana. “Las historias que dibujaba fueron haciendo más referencias a la actualidad progresivamente, también a las que tenían que ver con la investigación científica. Era una forma de rejuvenecer a los personajes y conseguir que nuevas generaciones conectasen con los dibujos”, señala la hija de Ibáñez.

 

CSIC Cultura Científica

 

  

Arriba a la izquierda: Nuestro antepasado, el mico (2010), Arriba a la derecha: Objetivo eliminar al “Rana” (1993). Abajo: El coche eléctrico (2013)

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