“Hay que concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger el patrimonio”

La arqueóloga Ana Crespo ha subrayado la relevancia de acercar la investigación a la ciudadanía para garantizar la protección del legado arqueológico y patrimonial, durante la presentación del nuevo número de la revista divulgativa CSIC INVESTIGA, en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS), en Madrid. “Hay que concienciar a la sociedad sobre la necesidad de proteger el patrimonio”, ha señalado la investigadora, que ha insistido en que la divulgación debe acompañar a la cobertura legal en la salvaguarda del patrimonio.

Crespo ha presentado la publicación junto a otros tres investigadores del CSIC, Esther Rodríguez, del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM); Emilio Cano, del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM); y Mónica Álvarez, del Instituto de Geociencias. El debate ha estado moderado por el periodista Manuel Seara, director del programa A hombros de gigantes (Radio Nacional de España).

Seara ha enmarcado la relevancia de la investigación en arqueología y ciencia del patrimonio. “España tiene registrado un pasado espectacular”, ha señalado. “Ese tesoro cultural necesita de un trabajo de la ciencia para conservarlo y difundirlo”.

Crespo insiste en que es crucial explicar el valor del patrimonio a la sociedad en general. “A día de hoy todavía luchamos para concienciar a los ciudadanos que respeten los restos arqueológicos en el mar, pues se piensan que es un lugar abierto del que pueden coger lo que allí se encuentre”, ha advertido.

La arqueóloga Esther Rodríguez, coautora del hallazgo de los primeros rostros escultóricos de la cultura tartésica, en el yacimiento de Casas del Turuñuelo (Extremadura), ha evocado la sensación del descubrimiento: “Es muy complicado explicar qué se siente cuando realizas un descubrimiento como los primeros rostros del Turuñuelo”, ha explicado. “Tienes la sensación de que nunca volverás a vivir algo parecido. Es un honor aportar la primera cara de Tarteso al mundo”. Su hallazgo, que se muestra en la portada de la revista, tuvo un amplio impacto en los medios de comunicación y en las  redes sociales.

El patrimonio está sometido a diversos riesgos, según ha advertido el investigador Emilio Cano. “Las amenazas para los bienes culturales son múltiples, pero hay una amenaza natural relacionada con el medioambiente”. Cano, miembro del equipo original que puso en marcha la plataforma temática PAIS, del CSIC, ha advertido de que “la contaminación, la erosión y el bio-deterioro son más silenciosos pero actúan de manera constante sobre nuestros bienes para degradarlos”.

“Es precisamente en lo que trabajamos en el CSIC, en frenar el deterioro para aumentar el tiempo que las generaciones futuras puedan disfrutar de estos bienes”, ha explicado Cano.

El investigador ha incidido en el valor de la investigación en ciencia del patrimonio. “Me gustaría que la gente entendiera la importancia de la investigación científica que se hace para conservar y transmitir lo que sabemos de los restos arqueológicos de manera activa”.

La investigadora Mónica Álvarez, coordinadora de la plataforma PAIS, ha llamado a estrechar lo colaboración entre las instituciones de investigación y la administración para los científicos puedan actuar de forma preventiva para proteger el patrimonio. Y ha destacado el caso del patrimonio arqueológico subacuático de los pantanos, que está sometido a un deterioro constante al compás de la subida y bajada del nivel del agua durante los episodios de sequía.

Para cerrar el acto, el vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales del CSIC, Carlos Closa, ha subrayado el valor del patrimonio inmaterial: “patrimonio material y patrimonio inmaterial son dos caras de la misma moneda”, ha resumido. Closa ha citado, a modo de ejemplo, las investigaciones para recuperar el patrimonio lingüístico y musical, que son esenciales en el marco de las ciencias humanas y sociales.

Finalmente, en contraste con la relación tradicional del patrimonio con el pasado, ha explicado una noción de patrimonio vinculada al presente y al futuro, como en el caso del volcán de La Palma. Allí, equipos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha “repatrimonializado” algunas de las zonas afectadas por la erupción, donde han trazado guías y rutas para divulgar el patrimonio local. 

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