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«Esta imagen convierte los agujeros negros en algo real»

El CSIC acogió la presentación en España de la primera imagen captada jamás de un agujero negro

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El pasado 10 de abril el salón de actos del CSIC, en Madrid, fue testigo de un acontecimiento histórico: se reveló la primera imagen obtenida jamás de un agujero negro, uno de los objetos más esquivos y misteriosos del universo.

La imagen histórica se difundió simultáneamente en seis ruedas de prensa en todo el mundo (en Bruselas, Santiago de Chile, Shanghái, Tokio, Taipei y Washington) retransmitidas en streaming, a las que se sumó el CSIC con una rueda de prensa con cinco astrónomos españoles que han participado en la obtención de esta imagen pionera, obtenida gracias al Telescopio Horizonte de Sucesos (Event Horizon Telescope), que conecta ocho radiotelescopios repartidos por todo el mundo para funcionar como un gran telescopio virtual del tamaño del planeta Tierra.

A las 15.07 horas, tras una gran expectación y ante un salón de actos del CSIC lleno con más de 35 medios de comunicación acreditados, se reveló la imagen: la primera ‘foto’ del agujero negro supermasivo que se encuentra en el corazón de la galaxia Messier 87, situada a 55 millones de años luz de la Tierra. Esta primera imagen histórica de un agujero negro “marcará un antes y un después” en la historia de la ciencia, señaló en conexión desde Bruselas Carlos Moedas, comisario europeo de Investigación, Ciencia e Innovación en la Comisión Europea, que lo consideró un gran hallazgo para la humanidad y subrayó la contribución de Europa a esta proeza.

“Es un agujero negro realmente supergigante”, señaló a los medios en la rueda de prensa de Madrid el investigador del CSIC José Luis Gómez, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, que ha coordinado la participación española en el Telescopio Horizonte de Sucesos. Este agujero negro tiene una masa equivalente a 6.500 millones de soles y en su interior cabrían ocho sistemas solares como el nuestro. Lo importante es que este proyecto ha logrado que los agujeros negros, que “hasta ahora eran un concepto matemático, se hayan convertido en algo tangible, algo real, que podemos ver con observaciones astronómicas”.

Junto a Gómez, participaron en la rueda de prensa Antxon Alberdi, director del Instituto de Astrofísica de Andalucía, que lidera investigaciones sobre la formación de chorros relativistas a partir del acrecimiento en torno a agujeros negros supermasivos; Iván Martí-Vidal, del Instituto Geográfico Nacional (IGN), que ha diseñado los algoritmos que permitieron combinar los datos del telescopio ALMA (la parte más sensible del Telescopio Horizonte de Sucesos) con el resto de radiotelescopios; Miguel Sánchez-Portal,  director del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM), de Sierra Nevada (Granada), y Rebecca Azulay, investigadora de la Universidad de Valencia.

Gómez explicó que el Telescopio Horizonte de Sucesos es el resultado de años de colaboración internacional y ofrece a los científicos una nueva forma de estudiar los objetos más extremos del universo, predichos por la relatividad general de Einstein, justo un siglo después del histórico experimento que confirmó esta teoría por primera vez.

Los agujeros negros son objetos cósmicos extraordinarios, de una enorme masa, pero extremadamente compactos. La presencia de estos objetos afecta a su entorno de forma extrema, curvando el espacio-tiempo y sobrecalentando cualquier material colindante.

«Los algoritmos que se han empleado en este telescopio virtual tienen apellido español», destacó en la rueda de prensa el investigador Iván Martí-Vidal. «No es solo la primera imagen de un agujero negro, sino también el primer fotograma de una gran película. Vamos a seguir haciendo observaciones para, poco a poco, comprender mejor cómo se comporta la materia en las fronteras del Universo».

La sombra que delata al monstruoso agujero negro

“Cuando se encuentra inmerso en una región brillante, como un disco de gas incandescente, esperamos que un agujero negro genere una región oscura similar a la de una sombra, algo ya predicho por la relatividad general de Einstein que nunca habíamos visto hasta ahora”, explicó en conexión desde Bruselas el director del consejo científico del Telescopio Horizonte de Sucesos, Heino Falcke, de la Universidad de Radboud (Países Bajos). “Esta sombra, causada por la curvatura gravitacional y la absorción de luz por el horizonte de sucesos, revela mucho sobre la naturaleza de esos fascinantes objetos y nos ha permitido medir la colosal masa del agujero negro de la galaxia M87”, detalló.

“Hemos visto algo tan real, tan cierto… Cualquier científico que vea algo por primera vez sentiría lo mismo que nosotros; es una sensación maravillosa”, dijo desde Washington el investigador Shep Doeleman, investigador de la Universidad de Harvard y director del proyecto del Telescopio de Horizonte de Sucesos.

El reto del telescopio virtual

La creación del Telescopio Horizonte de Sucesos ha supuesto un reto formidable, que requirió modernizar y conectar una red mundial de ocho telescopios ya existentes situados en zonas remotas a una gran altitud. Estas localizaciones incluyen volcanes en Hawái (Estados Unidos) y México, montañas en Arizona (Estados Unidos) y

Sierra Nevada (Granada, España), el desierto chileno de Atacama y la Antártida.

El agujero negro fotografiado con esta imagen histórica es gigantesco, pero hay otro agujero negro que sigue generando expectación: se trata de Sagitario A, el agujero negro supermasivo –aunque menor que el de M87- que está en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea, a unos 26.000 años luz de la Tierra. Antxon Alberdi, del IAA, no duda de que, en un futuro próximo, la imagen de Sagitario A también será cazada: “Aún no la tenemos, pero la tendremos”, augura.

Texto: Abel Grau y Alda Ólafsson

Fotografías cedidas por EHT

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