El CSIC y Bioinicia desarrollan la primera mascarilla higiénica de nanofibras transparente con filtro viricida
Facilitará la comunicación de personas con dificultades de audición y ofrecerá una protección frente a la filtración de aerosoles del 90% y del 98% para bacterias
Facilitará la comunicación de personas con dificultades de audición y ofrecerá una protección frente a la filtración de aerosoles del 90% y del 98% para bacterias
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su empresa spinoff Bioinicia han codesarrollado la primera mascarilla higiénica de nanofibras y filtro viricida con frontal transparente para facilitar la lectura de los labios y la identificación de las emociones. La mascarilla se encuentra en fase de pruebas.
La empresa valenciana Proveil Bioinicia y el activista proderecho de las personas sordas Marcos Lechet presentaron esta mascarilla inclusiva el viernes pasado en un acto donde les acompañó Jose María Lagaron, investigador del IATA-CSIC y Jorge Teno, en representación del equipo de I+D de Bioinicia que ha desarrollado el proyecto.
Aunque existen otras mascarillas en el mercado con esta pantalla frontal transparente, estas son las primeras en contar con las propiedades del filtro Proveil, que dispone de todas las propiedades de la nanofibra e incorpora sus propiedades viricidas, capaces de desactivar cualquier virus y bacteria.
“Hemos querido incorporar todos los beneficios de nuestro filtro a una mascarilla con una ventana transparente para, además de asegurar la protección de quien la lleva, también facilitar la lectura de los labios”, aclara Teno, investigador de Bioinicia. En estudios certificados externos e internos ha podido medir que esta mascarilla cuenta “con un 90% de eficiencia de filtración frente a aerosoles y un 98% de eficiencia de filtración bacteriana, además de las propiedades viricidas y antivaho con las que cuenta la mascarilla”.
La nueva mascarilla Proveil M.L. Inclusiva ha sido certificada por el Instituto Tecnológico Textil AITEX y aunque se encuentran en una primera fase donde no se comercializarán en abierto, se sigue trabajando con el colectivo de personas sordas en su mejora y en su automatización para la producción en masa.
“Nos encontramos en una primera generación, donde la mascarilla se manufactura y se hará llegar a personas e instituciones para su validación. Además, ya hemos dado los pasos para conseguir una segunda versión que automatice su fabricación, y hasta una tercera fase que nos ayudará a hacerla mucho más sostenible ya que será compostable”, explicó Lagaron, científico del CSIC. Aañadió: “nuestra mascarilla protege, pero hay que ser consciente de que esta protección solo se garantiza si la ajustamos bien al rostro y se combina en interiores con ventilación o equipos de limpieza del aire. Por ello seguimos trabajando para sacarla en formato EPI, con más tallajes, y así asegurar que todo el mundo pueda leer los labios además de estar protegido”.
CSIC Comunicación Comunitat Valenciana
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