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Pedro Duque visita el buque Sarmiento de Gamboa, que inicia un proyecto europeo de minería submarina

El buque del CSIC abre la campaña BLUE-Nodules, que estudiará la minería submarina de metales cruciales para la fabricación de aleaciones, baterías y turbinas eólicas

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El ministro en funciones de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, ha visitado hoy el buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, una de las más modernas instalaciones científico-técnicas singulares del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), atracado en el Puerto de Vigo, que está previsto que zarpe esta noche para iniciar la campaña BLUE-Nodules, un proyecto europeo que estudiará la viabilidad de la minería submarina de nódulos polimetálicos. Estos metales son cruciales para las tecnologías innovadoras de Europa, como la fabricación de aleaciones y baterías para automóviles eléctricos, sistemas fotovoltaicos y dispositivos para turbinas eólicas.

El ministro ha visitado el buque acompañado por el secretario general del CSIC, Alberto Sereno; el delegado institucional del CSIC en Galicia, Antonio M. De Ron; el coordinador de la sede atlántica de la Unidad de Tecnología Marina (UTM), Luis Ansorena; y el técnico de la UTM Arturo Castellón, responsable de la campaña BLUE-Nodules.

De Ron ha agradecido el interés del ministro “por conocer el trabajo desempeñado en las instalaciones con las que cuenta el CSIC en Galicia”, y ha destacado que “el CSIC realiza una gran labor investigadora, científica y divulgativa a través de sus siete centros en Galicia y también en las demás entidades en las que participa".

Un proyecto para buscar materias primas cruciales

La campaña BLUE-Nodules, iniciada hoy por el buque oceanográfico del CSIC, es fruto de un acuerdo de colaboración con el NIOZ, el instituto para la investigación marina de Holanda. El objetivo principal de esta investigación es desarrollar un sistema de minería en aguas profundas encaminado a la recolección de nódulos polimetálicos del fondo marino con un impacto ambiental mínimo. Esta será la segunda expedición que se realiza dentro de este proyecto, tras la primera efectuada en agosto de 2018 en el golfo de Málaga.

Estos nódulos polimetálicos están considerados materias primas críticas, que son vitales para las tecnologías innovadoras de Europa, como por ejemplo para la fabricación de aleaciones y baterías para automóviles eléctricos, sistemas fotovoltaicos y dispositivos para turbinas eólicas. El proyecto prevé realizar pruebas con un vehículo submarino y efectuar un estudio de sus efectos medioambientales.

BLUE-Nodules es un proyecto de investigación financiado por el programa marco H2020, en el que participan 14 socios académicos e industriales de nueve países de la UE, que trabajan conjuntamente para lograr el desarrollo de un sistema de minería industrialmente viable a profundidades de 3.000 a 6.000 metros.

Un buque singular con tecnologías punteras

El buque Sarmiento de Gamboa forma parte de la infraestructura científico-técnica singular (ICTS) que agrupa a todos los buques de investigación financiados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Cuenta con las tecnologías más avanzadas en sistemas de navegación e instrumentación acústica y es el primer buque oceanográfico español que puede trabajar con vehículos autónomos submarinos a grandes profundidades.

En activo desde el año 2007, cuando realizó su primera campaña, ha completado 73 misiones en proyectos científicos de distinta índole, cubriendo todo el espectro de disciplinas en ciencias marinas en proyectos de investigación tanto nacionales como internacionales.

La Unidad de Tecnología Marina (UTM) del CSIC es la responsable de la gestión del buque y del mantenimiento del equipamiento científico. La UTM es una unidad adscrita al Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CMIMA), del CSIC, que gestiona integralmente tres de los buques de la ICTS, entre ellos el más tecnológicamente avanzado de la flota (el Sarmiento de Gamboa), además de dar soporte tecnológico y logístico al resto de la flota y gestionar la Base Antártica Española Juan Carlos I.

Con 70,50 metros de eslora y 15,50 metros de manga, el buque tiene una tripulación de 16 miembros y capacidad para llevar a 25 científicos y técnicos. Dispone de seis laboratorios que cubren casi todas las necesidades de análisis químico y biológico, y para mantener organismos marinos en condiciones iguales a su entorno natural.

Su cubierta puede alojar distintos contenedores ISO 5 a 20 pies para ampliar sus capacidades de laboratorio, talleres y carga. Posee dos quillas retráctiles que le permiten colocar y retirar, con el buque navegando, instrumentación acústica bajo la línea de flotación del buque. El buque también dispone de una góndola acústica fija en la proa, de nueve por nueve metros.

La cubierta principal, de 325 metros cuadrados, es la principal zona de trabajo del buque y en ella se pueden ubicar hasta 200 toneladas en materiales y equipamiento. Eso permite trabajar con instrumental diferente y de gran tamaño, que puede variar en función del proyecto, como los robots submarinos, los vehículos autónomos submarinos, o los enormes tambores con el cableado necesario para estudios sísmicos.

La instrumentación y los laboratorios con los que cuenta permiten la investigación en campos muy variados: recursos y riesgos naturales, cambio global, recursos marinos, circulación oceánica global y biodiversidad marina.

Algunas campañas destacadas

Entre las campañas del Sarmiento de Gamboa, se puede destacar el despliegue del primer laboratorio submarino, el Geostar, para alertas de tsunamis en el Golfo de Cádiz; la instalación del primer laboratorio submarino cableado de España, Obsea, en la costa catalana; la participación en el estudio del impacto del cambio global y la biodiversidad del océano en la expedición Malaspina o la obtención por primera vez de imágenes corticales de la zona de colisión de Eurasia/África empleando una ristra de hidrófonos de 6,0 kilómetros.

En 2014 fue elegido dentro del mayor consorcio de buques europeos de investigación, Eurofleets, para realizar el proyecto estrella sobre el estudio tomográfico del volcán Etna. En 2015 se corroboró su capacidad para operar vehículos submarinos de alta tecnología al realizar una microbatimetría de fallas en el Mar de Alborán, en el marco del proyecto Shake, empleando vehículos autónomos de altas profundidades del Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar.

En 2016 realizó cuatro campañas de investigación en el Mediterráneo y el Atlántico y actividades de apoyo logístico al proyecto de remodelación de la Base Antártica Española Juan Carlos I.

En 2017 finalizó su apoyo logístico a la Base Antártica Española Juan Carlos I y hasta el momento ha realizado tres campañas de investigación en aguas atlánticas. Las campañas de 2017 cubrieron diversas investigaciones, como el estudio de procesos ecológicos y demográficos de la merluza, el impacto antrópico en las zonas de pesca, la dinámica de las masas de aguas oceánicas o el estudio estructural de los fondos marinos.

En agosto de 2018, el buque realizó la primera expedición del proyecto europeo BLUE-Nodules en el golfo de Málaga.

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