'Es tremendo el poco valor que dan los políticos al conocimiento y a la cultura'

Mario García París trabaja en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, pero lo que de verdad le hace feliz es salir al campo en busca de insectos. Apasionado de su profesión, este zoólogo ofrece sus puntos de vista -muy críticos- en ‘Protagonistas de la ciencia’, el  espacio en el que diferentes investigadores del CSIC reflexionan sobre la situación de la ciencia y la importancia de divulgarla a la ciudadanía. ¿Qué implica para una sociedad tener más o menos cultura científica? ¿Cuáles son las dificultades que tienen los científicos para divulgar su actividad? ¿Cómo se compagina la dedicación a la ciencia con la vida personal? Sus opiniones tratarán de dar respuesta a estas y otras preguntas. Estas charlas se enmarcaron en la Feria del Libro 2013, concretamente en el ciclo de conferencias ‘Científicos en la Feria’ y en las presentaciones de varios libros publicados por la Editorial CSIC.

La evolución de los insectos y su asombrosa diversidad fue el tema de la charla que García París ofreció a un grupo de estudiantes de Bachillerato. A pesar de las altas temperaturas, el investigador se ganó a su público hablando de las 'moscas asesinas' que habitan en Madrid, saltamontes de hasta 15 centímetros de longitud, 'grillos camello' y 'hormigas de tercipelo' cuyo aguijón hace tanto daño como el de las avispas. A este científico le motiva divulgar sus conocimientos, pero es muy crítico con nuestros dirigentes: "A los políticos, que son los que financian o deberían financiar los programas de investigación, no les conviene tener a la gente educada".

mario paris

Mario García París, del Museo de Ciencias Naturales, en la charla que dio en la Feria del Libro.

¿Por qué has participado en este ciclo de conferencias?

Porque es fundamental intentar que la gente se dé cuenta de que el mundo es enorme. Existen muchas cosas por descubrir que ni siquiera pensamos que existen.

¿Y por qué es importante trasladar la ciencia a la sociedad?

La investigación en sí misma es importante mientras se considere conocimiento; si no, no es nada más que algo que hacemos en nuestro horario de trabajo. Pero al trascender el círculo científico, se convierte en algo de la humanidad. En el mundo empresarial en el que vivimos, el conocimiento es algo malo, prescindible, que no aporta nada a la sociedad. Yo siento lo contrario. Para mí el conocimiento es un placer, y me gustaría que los demás disfrutaran tanto como yo conociendo cosas, en este caso de la naturaleza.

Se suele afirmar que en España la ciencia, y sobre todo vuestro trabajo, se perciben como algo un poco ajeno a la sociedad. ¿Estás de acuerdo?

Lamentablemente estoy de acuerdo. Nosotros somos bichos raros. Quizá sea un poco fuerte decirlo, pero creo que nuestro país tiene un déficit cultural inmenso. Cuando todos los países de Europa estaban haciendo sus inventarios de biodiversidad o sus museos maravillosos, aquí estábamos viéndolas venir. La cultura natural en España es completamente inexistente. Me refiero a percibir la naturaleza como una fuente de cultura. ¿Por qué uno conserva un cuadro de Dalí? Porque te da placer su contemplación.

      "Cuando todos los países de Europa estaban haciendo sus inventarios de biodiversidad, aquí estábamos viéndolas venir"
       

Es cierto que nadie se cuestiona que hay conservar Las Meninas y sin embargo...

Porque hay un déficit educativo. Y no se lo plantean ahora, pero es posible que hace 100 años Las Meninas no interesasen nada.

¿Quieres decir que hay que andar el mismo camino en el ámbito de la cultura natural?

Exactamente. No hay nada más que darse una vuelta por España. ¿Cómo estaban nuestros restos arqueológicos y castillos? Todos derruidos. Era patético. Ves las imágenes de los años 20, 30 y 40 del patrimonio cultural arquitectónico español y causan tristeza. ¿Cuándo se empezó a intervenir y a darles valor? Hace relativamente poco. Ahora muchos castillos están medio restaurados y tienen sus carteles informativos, pero ¿desde cuándo? ¿10 o 15 años? Es un déficit de país.

      "Dar valor a la cuestión económica o material por encima de cualquier cosa es un problema grave de nuestro país"
       

¿Y eso se debe a que somos un país pobre en comparación con otros europeos? ¿O no tiene que ver con los recursos?

No, más bien se trata de pobreza de espíritu, y eso es culpa de la educación que hemos recibido durante años. Dar valor a la cuestión económica o material por encima de cualquier otra cosa es un problema grave en nuestro país. No hay más que oír hablar a nuestros políticos, de cualquier signo; es tremendo el poco valor que dan al conocimiento y a la cultura. Eso es lo que hemos tenido generación tras generación de políticos desde 1700. Vino aquí un general de Napoleón a invadirnos y, mientras, fue recogiendo todos los escarabajos que se encontró. Así que una de las primeras faunas que tenemos de insectos la hizo un general francés. ¿Cuántos dirigentes en España tienen ahora mismo algún interés por la cuestión natural?

¿Todo esto tendría alguna relación con otra idea también extendida, la de que la profesión de científico está poco valorada en España?

Ni siquiera creo que sea una cuestión de valoración, creo que la gente desconoce completamente qué es un científico.

¿Sería entonces algo previo? Es decir, para valoraros primero hace falta que se conozca en qué consiste vuestro trabajo.

Claro. Mis amigos de toda la vida me decían: "¿Tú qué haces?" Luego se lo cuentas y dicen: "Vaya, pues debe ser algo importante para que te paguen por ello", pero no entienden cuál es tu labor ni por qué estás ahí. Como mucho muestran curiosidad por algo que no comprenden porque nunca se lo ha explicado nadie.

¿Y cómo se remedia esto?

Con educación en la escuela, invirtiendo mucho más. Los libros de texto que tienen ahora los niños de Bachillerato se llaman ‘Ciencias del mundo contemporáneo’. ¿Pero es que las ciencias en el mundo anterior eran distintas a las de ahora? No. La naturaleza es la misma, antes, ahora y en el futuro. Las leyes que la rigen son las mismas, lo que avanza es el conocimiento, pero no hay ciencias del mundo contemporáneo, con lo cual ya simplemente el título de la asignatura está mal.

¿Es un título que lleva a la confusión?

No solo a la confusión, sino a la inmediatez: las ciencias son algo del mundo actual. Te están vendiendo la idea de que eso genera un beneficio o un problema inmediato, cuando no es así. Las ciencias son las mismas desde que se origina el Universo.

¿Respondería a un empeño de vincular esa actividad al ahora y al beneficio inmediato?

Sí. A intentar obtener unos resultados inmediatos y meter en la cabeza de la gente la idea de que tiene que conseguir un beneficio o una productividad instantánea. Y si no, no vale.

      "La gente ni sabe lo que hacemos ni nadie se lo va a explicar jamás, y los políticos nos consideran objetos extraños"
       

Y precisamente en el ámbito científico hay muchas investigaciones que pueden tardar en dar frutos 20 años o más.

O no darlos nunca. Y volviendo a la valoración, ¿qué puede pensar alguien de la calle de una persona que no consigue un trabajo estable hasta los 38 o 40 años? Antes a partir de los 30 tenías alguna opción de conseguir un trabajo estable. Ahora miras los planes de jubilación y te ríes. Ninguno de los científicos de mi generación va a llegar a jubilarse. ¿De qué estamos hablando? ¿Valorarnos? ¿Quién? La gente ni sabe lo que hacemos ni nadie se lo va a explicar jamás, y los políticos nos consideran objetos extraños.

Igual que con el patrimonio cultural artístico se ha andado un camino, quizás en una década ocurra lo mismo con la ciencia.

Ojalá, pero soy muy escéptico. Lo soy porque no se está educando y no hay divulgación.

      "Desde mi punto de vista es importante la divulgación, pero un Gobierno materialista diría: ¿para qué voy a educar a la gente?"
       

Divulgación como la que has hecho aquí hoy, ¿por qué no se hace más? ¿Con qué obstáculos os encontráis?

Son de dos tipos. Por un lado, el intrínseco del investigador. Estás metido en tus investigaciones y no se te ocurre que al de al lado le vaya interesar lo que estás haciendo. Piensas: ‘Ya se lo comunicaré a mis colegas científicos’. No piensas que a la gente le vaya a interesar, porque no ha habido esta tradición.

Pero eso es un círculo vicioso...

Claro. Y luego está la parte de fuera, que es la más compleja. El sistema te castiga si inviertes en divulgación, porque requiere mucho tiempo. Para dar una charla, tienes que pensar cómo tienes que darla para que a la gente le interese. Si no lo has hecho nunca, te atascas y el auditorio se aburre. Si no has empezado a muy temprana edad a divulgar, no lo vas a hacer, porque te asusta, no tienes habilidades, ni medios, y encima te castigan por hacerlo, porque lo que hagas en divulgación no cuenta absolutamente para nada. Es más, es algo que casi se desprecia.

La otra razón es que la administración científica en España, a nivel del CSIC, no obliga a desarrollar temas de divulgación. Si fuera obligatorio dar ‘X’ conferencias, porque se percibiera como algo bueno para la institución, la cosa cambiaría. El problema es que no está integrada, a la institución no le interesa, excepto cuando se trata de algo muy mediático.

      "Queda patente esa aversión a la ciencia y al conocimiento viendo la situación en la que se encuentra el CSIC"
       

¿Crees que cuanto más conocimiento científico tenga una sociedad, mejor preparados estarán sus ciudadanos para tomar decisiones en su vida cotidiana?

Eso ya es teoría sociológica. Desde mi punto de vista, obviamente para el ciudadano es bueno. Pero en una sociedad como la nuestra, en la que los dirigentes manejan criterios económicos para mover masas en la dirección que quieren, a los políticos, que son los que financian o deberían financiar los programas de investigación, no les conviene tener a la gente educada. ¿Desde qué perspectiva lo estamos viendo? ¿Desde la del Gobierno? ¿O desde la del ciudadano? Los gobiernos actuales están dirigidos por las grandes empresas. Cualquiera se da cuenta de que los ciudadanos somos unas meras marionetas del poder económico y los políticos son sus instrumentos. Antes la ideología se imponía sobre la cuestión económica y ahora no. Por eso soy poco optimista respecto al futuro. Sí, desde mi punto de vista es importante la divulgación, pero un Gobierno materialista diría: ¿para qué voy a educar a la gente?

      "Un centro de investigación tiene que tener su propia guardería para que los investigadores, hombre o mujeres, puedan tener allí al niño. Eso no es caro"
       

Adoptas un tono cínico para explicar el problema...

Efectivamente. Si yo tengo que poner una fábrica en Albacete, no me interesa que la gente tenga una universidad que esté formando profesionales de lo que sea, porque necesito pagar unos salarios más bajos que los que se paguen en Bangladesh. Con lo cual necesito hundir la educación del país para pagar unos salarios mínimos. Como estrategia de Gobierno, está muy clara. Y llevamos unos años en los que desde altas instituciones, supranacionales incluso, se está imponiendo esa política: vamos a dejar una élite del conocimiento en determinados núcleos geográficos y al resto vamos a machacarlo. Ahora queda patente esa aversión a la ciencia y al conocimiento viendo la situación en la que se encuentra el CSIC. 

¿Cómo explicarías a un ciudadano cualquiera en qué consiste tu trabajo?

Intentamos averiguar las relaciones evolutivas entre diferentes organismos. En mi caso combino análisis de la evolución morfológica y genética de distintas especies para buscar respuestas a la pregunta básica: ¿Por qué somos lo que somos y cómo nos hemos originado? Nos especializamos en el estudio de bichos que para la mayoría de la gente son solo eso, bichos, pero que nos permiten dar respuestas sobre nuestra propia evolución. Y, como subproducto de eso, vamos descubriendo qué hay en nuestro mundo, porque hay miles de especies que aún se desconocen.

¿Es fácil compaginar la profesión de científico con la vida personal?

Es imposible. Hay varios problemas fundamentales: uno es el de la mujer, que en la ciencia está muy mal gestionado. No puede ser que en el momento en el que las mujeres están más preparadas biológicamente para tener descendencia, no lo puedan hacer por motivos académicos, porque la entrada al trabajo es a partir de los 35 años. Estás penalizando la biología de la mujer a costa de un beneficio teórico de horas de trabajo y eso es nefasto. Mientras no se acepte la existencia de un hecho biológico, y por tanto tenga alguna compensación, no se puede llevar adelante. Un centro de investigación tiene que tener su propia guardería para que los investigadores, hombres o mujeres, puedan tener allí al niño. Eso no es caro. Y desde el punto de vista personal, es también horroroso, porque no tienes estabilidad económica hasta que no obtienes una plaza definitiva. ¿Qué estabilidad puedes dar a una familia? Ninguna.

Apartado:

Histórico de Protagonistas de la ciencia